¡Eh, exploradores intrépidos! ¡Hoy os cuento sobre mi última travesía con el dron en el viejo apeadero de Entrala, cerca de Morales del Vino, y debo deciros que fue una auténtica pasada!
Imaginaos un vuelo sencillo de puerta a puerta, avanzando con curiosidad y regresando con un toque de misterio. ¿El escenario? Un apeadero abandonado y lleno de grafitis que, aunque no destaque por su arquitectura, tiene un encanto desgastado y decadente que es simplemente fascinante. Para darle un giro interesante, decidí infiltrarme con el dron en el interior del apeadero. Mientras exploraba el exterior, las imágenes del interior, con sus paredes descascaradas y grafitis intrigantes, se entrelazaron, creando una experiencia visual única que destaca la decadencia y la historia oculta del lugar.
La niebla, en su máximo esplendor, añadió un toque mágico y un tanto surrealista a cada toma. Las pasadas hacia adelante revelaban gradualmente los grafitis y el estado desgastado del lugar, mientras que las grabaciones hacia atrás ofrecían una perspectiva única, como si retrocediéramos en el tiempo.
En resumen, fue un vuelo lleno de sorpresas en un escenario donde la decadencia se encuentra con la creatividad urbana. Las imágenes resultantes capturan la esencia única de un lugar abandonado, lleno de historias por descubrir. ¡Estad atentos para más vuelos llenos de aventuras y descubrimientos! 🚁✨
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